Aunque parezca una moda joven y moderna, el concepto de coworking y oficina compartida no es tan reciente. ¿Quién no habla de coworking hoy en día? Y es que hoy en día no ocupan los espacios de coworking sólo los autónomos y emprendedores. Empresas de todos los sectores también ven cada vez más los beneficios que ofrece un espacio de trabajo compartido.

Pero el coworking es mucho más que eso. La verdadera finalidad es la de crear un entorno y una comunidad de coworkers, un espacio que fomenta el networking, las colaboraciones, el crecimiento y la creatividad. Se busca huir del aislamiento que existe en una oficina tradicional o en la propia vivienda. Además vale la pena mencionar que los espacios coworking por lo general son más económicos que tener una oficina convencional para las empresas.

En este artículo te explicamos de dónde viene este concepto de trabajo que está tan de moda hoy en día.

Todo comienza durante el otoño de 1995, cuando diecisiete ingenieros informáticos crearon uno de los primeros “hackerspaces” llamado C-Base, en Berlín. Los hackerspaces son los precursores de los espacios coworking y fueron diseñados como servicios sin ánimo de lucro que pretendían reunir a entusiastas de la programación a través de espacios donde tendrían la oportunidad de colaborar entre ellos y compartir tanto equipos, como conocimiento.

Para 1999 el creador de juegos Bernard DeKoven acuñó el término ‘coworking’ por primera vez. Este término, no obstante, no hace referencia al concepto que tenemos hoy en día del coworking y aludía a la manera en la que se trabaja y no al espacio en sí. DeKoven buscaba maneras de trabajar que se centraran en la colaboración y la desaparición de las jerarquías, tratando a todos los trabajadores como iguales. Durante el mismo año 42 West 24, otro precursor de los espacios de coworking, abre sus puertas en la ciudad de Nueva York. El espacio lo inaugura una compañía de software y ofrece el ambiente laboral y la flexibilidad de alquiler de despachos que conocemos hoy en día.

Tres años después, en 2002, dos emprendedores austriacos lanzan el “centro empresarial”, Schraubenfabrik, en una antigua fábrica de Viena. Esta iniciativa estaba dirigida fundamentalmente a emprendedores y les ofrecía un espacio donde pudieran colaborar y trabajar con otros perfiles similares que incluían arquitectos, consultores de relaciones públicas, startups y trabajadores freelance. Este espacio es el primer precursor de lo que conocemos hoy en día como coworking.

Para 2005, Brad Neuberg crea el primer espacio de coworking en San Francisco. El concepto del edificio consistía en mantener la libertad de trabajar por cuenta propia, al mismo tiempo que proporcionaba una estructura y una comunidad de trabajo a sus usuarios. Donde el atleta y promotor de startups llamado Ray Baxter se instala en el espacio convirtiéndose en su primer usuario, y por ende, en el primer co- worker oficial del mundo.

Para el 2006, el número de espacios de coworking comenzó a crecer aproximadamente el doble cada año, durante casi una década. Este crecimiento exponencial será conocido posteriormente como “la revolución del coworking”. Durante esta revolución un gran número de ciudades europeas ven emerger sus primeros espacios de coworking. La Boate, en Marsella, es el primero en Francia, el Citizen Space aparece en Suiza, en España, abre sus puertas el Gracia Work Center en Barcelona, uno de los más reconocidos a nivel mundial. Es toda esta evolución la que nos ha llevado a entender el mundo coworking y volvernos uno de los referentes de este tipo de espacios en Bogotá.

El equipo de Sectortic